viernes, 3 de octubre de 2008

Huey Atlixcayotl 2008, Danza de carnaval, Valles Centrales, Puebla.

A continuación anexo un fragmento del programa del Huey Atlixcayotl, referente al origen de las danzas de carnaval en el estado de Puebla, este a su vez esta tomado de investigaciones de las Antropólogas Amparo Sevilla, Hilda Rodríguez, Elizabeth Cámara y Nancy churchill.






Los orígenes del carnaval mexicano se suelen explicar como una mezcla de lo prehispánico y lo español, pero el carnaval es de raíces esencialmente españolas, fuertemente vinculado al calendario cristiano. Sin embargo, la amplia variedad de formas que adopta a lo largo de la república mexicana refleja las variaciones regionales y locales de la particular experiencia de conquista y conversión, y a raíz de eso, la naturaleza de las relaciones sociales entre grupos dominantes y subordinados. El estado vecino de Tlaxcala, al norte de Puebla, es conocido por su gran número de expresiones carnavalescas. Entre los aspectos del carnaval español que las antropólogas han señalado como presentes en Tlaxcala, se pueden encontrar algunos del carnaval popular de Puebla: “el uso de máscaras, las comparsas de disfrazados, el uso de bromas, el arrojar huevos rellenos de confeti, la inversión de sexos”, o sea hombres vestidos de mujeres, y el comer con exceso. No es sorprendente, teniendo en cuenta que los dos estados constituyen una región cultural. Sin embargo, el parecido más destacado entre los carnavales tlaxcalteca y poblano no está en los elementos sino en la forma. A diferencia de la “obra de teatro” del carnaval de Huejotzingo, los carnavaleros tlaxcaltecas y poblanos se organizan en comparsas que representan sus barrios o colonias y en las que todos los integrantes se visten con el mismo estilo y bailan en las calles durante los 3 días anteriores al miércoles de ceniza y uno o dos de los domingos siguientes. Las comparsas, que se llaman “cuadrillas” en Puebla, se componen de familiares, amigos y vecinos. Durante los días festivos, ellos recorren las calles del barrio o pueblo, recogiendo las “cooperaciones” de los que piden los bailables frente a sus casas o negocios.

No se conocen, con certeza, los orígenes del carnaval popular poblano, pero la memoria colectiva les atribuye a unas familias migrantes tlaxcaltecas, carboneros que llegaban cada semana para vender su mercancía en los barrios de El Alto y San Antonio. Cuando se establecieron de forma permanente en la ciudad, quizás a fines del siglo XIX o a principios del siglo XX, los tlaxcaltecas organizaron una cuadrilla carnavalera para festejar el advenimiento de la cuaresma, como era la costumbre en su pueblo nativo. También es importante destacar que los tlaxcaltecas fueron uno de los grupos indígenas que construyeron la ciudad de Puebla para los españoles. Por tanto, es lógico asumir que los vínculos entre los pueblos de Tlaxcala y los barrios de Puebla existen desde hace siglos.

Según las memorias de hombres que bailaban en la cuadrilla del barrio de El Alto durante los años treinta y cuarenta del siglo XX, el requisito de comprometerse a bailar durante 7 años asustaba a los jóvenes del barrio, que creían que algo malo les sucedería si no podían cumplir. Sin embargo, esta cuadrilla cobró fama y creció rápidamente, siempre en competencia con otras que ya se habían formado, entre éstas se encuentran las del barrio de los Remedios, de San Antonio y de Santa Bárbara. Sin embargo, cuando desaparecieron los carnavaleros de El Alto entraron de nuevo en competencia con los de Xonaca, la Luz del Alba, Lomas 5 de mayo y Lomas 10 de mayo, entre otros.

Es así como cada año se celebra el carnaval popular en la ciudad de Puebla, en los barrios, colonias y juntas auxiliares. Este carnaval es una expresión cultural que vincula el pasado, presente y futuro, porque la vestimenta, la música y los bailables son tradiciones heredadas de las generaciones anteriores y la práctica incorpora a los jóvenes y niños que serán los carnavaleros del futuro. Son días de diversión, porque luego sigue el periodo solemne de la Cuaresma. Por tanto, las festividades incluyen a la música, el baile y la comida antes de tener que despedir a la carne (carne + vale = adiós a la carne).

Los huehues representan a los hacendados de antaño, y por tanto, se visten elegantes, de pantalones y chaleco, camisa de mangas largas, corbata y zapatos pulidos. Llevan capas como las de los hidalgos de la época de la conquista, pero de colores brillantes y bordados con lentejuelas y chaquiras para parecer a las capas de las élites mexicas del mismo periodo. También llevan en sus sombreros las plumas características de los penachos indígenas. Las máscaras con facciones españolas ocultaban los rostros de los indígenas y de los mestizos pobres, trabajadores de las haciendas que, al no poder asistir a las fiestas de sus patrones, hacían sus propias fiestas, imitando la vestimenta de los hacendados y sus señoras.

Así, las cuadrillas en la ciudad de Puebla se componen principalmente de huehues y sus parejas femeninas, las maringuillas. La maringuilla representa la Malinche, Doña Marina, la guía de Hernán Cortés. “Ella” es un hombre vestido de mujer, con blusa y falda larga. Igual a su pareja, la maringuilla oculta su verdadera identidad detrás de una máscara. Con el motivo de divertir a los espectadores del carnaval, se han inventado nuevas figuras femeninas, entre ellas la “mujer urbana”, que lleva ropa moderna y maquillaje en lugar de una máscara, y la “loca”, una combinación de hombre y mujer, que lleva ropa de ambos. Algunas cuadrillas ahora permiten la participación de mujeres y de señoritas, algunas de las cuales se visten de la famosa “China Poblana”. Además, todas las cuadrillas llevan sus diablos, personajes que representan el mal, por lo cual se lo “ahorca” o se le “quema” durante el remate del carnaval. Hoy en día, los diablos sirven más de diversión, correteando a los niños y jalando a las espectadoras a bailar. Otros personajes que sirven de diversión incluyen los doctores, que regalan “pastillas” de dulces a los niños, los payasos, la muerte y las brujas.

Referencias

Amparo Sevilla, Hilda Rodríguez y Elizabeth Cámara, Danzas y Bailes tradicionales del estado de Tlaxcala, México

Churchill Conner Nancy. Conferencia: "Cuadrillas de carnaval de los barrios antiguos e Puebla". En Carnaval en Puebla. H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla. Febrero de 2003

No hay comentarios: